Nuestra primera parada en Indonesia es en la más famosa de sus islas, la llamada isla de los Dioses. Bali se llama así por su gran número de templos, mínimo 3 templos por pueblo y al menos uno en cada vivienda por humilde que ésta sea. Todos los días pueden realizar hasta 35 ofrendas por familia ya que en el hinduismo veneran a muchos dioses y los balineses reconocen orgullosos que no trabajan para vivir si no que viven para los dioses.
Rápido percibes su gran espiritualidad y la voluntad que poseen de ofrecer lo que tienen a los demás, no sólo a los Dioses sino también al visitante.
Desde el primero hasta el último balinés que hemos conocido nos ha brindado la más grande de sus sonrisas, haciendo de la isla un lugar especial y espiritual dónde las horas se convierten en días y los días en semanas debido a la tranquilidad y relajación que se respira en ella.
Sus arrozales escalonados, su verde vegetación, y su mar hacen de Bali seguramente uno de los lugares más similares al paraíso.
